Audrey Mestre rompió un récord pero no pudo volver a la superficie
En 2002, la campeona de buceo libre Audrey Mestre estaba tratando de romper el récord mundial de buceo “sin límites” de 531.5 pies. Todo salió bien hasta que regresó. Según el Miami Herald, su causa de muerte fue la falla del equipo: en el buceo libre sin límites, un tanque de aire llena un globo, lo que ayuda al buzo a regresar rápidamente a la superficie. El tanque de aire de Mestre no tenía suficiente aire para inflar el globo.
La Asociación Internacional de Buzos Libres le otorgó a Mestre un honor póstumo por la inmersión de práctica que había completado unos días antes: 558 pies, que estaba a solo 3 pies de la inmersión que la mató. Después de su muerte, su esposo, Francisco “Pipin” Ferreras, renunció al buceo libre, excepto por una sola inmersión que dijo que sería en su honor. En 2013 cambió de opinión y dijo que volvería para un nuevo intento de récord y luego se retiraría … y luego, en 2017, dijo lo mismo. Y eso es suficiente para darle una idea de las mentes de los deportistas extremos: incluso conociendo los riesgos, es difícil renunciar a lo que ama.